El día 18 de octubre de 2019 será recordado por la mayoría de nuestro país como una de las fechas más negras de la historia patria.
Ese día, hordas de enloquecidos manifestantes, recorrieron Santiago sembrando el terror en las calles. Jóvenes extremistas de izquierda, feministas desatadas, homosexuales, barras bravas, ciclistas, delincuentes, quemaron iglesias católicas y protestantes, destruyeron las estaciones del Metro de Santiago, atacaron cuartes policiales, quemaron buses del transporte público y cientos de automóviles particulares, saquearon supermercados y pequeños comercios; destruyeron el Museo Violeta Parra, destruyeron la propiedad pública y privada y destrozaron el barrio Plaza Baquedano.
Estas hordas, sin Dios ni Ley, protagonizaron uno de los episodios más negros de la historia de nuestro país. Los daños causados ese día, todavía repercuten en la realidad actual.
Estos hechos fueron inspirados por muchos de los que hoy día son autoridades de nuestro país. Muchos, que en estos días, tras ser puestos en evidencia, se han apresurado a borrar sus llamados subversivos de sus cuentas en redes sociales.
Todos estos personajes, deberían pedir perdón por el daño causado a la población. Hacerlo significaría que realmente están en contra de la violencia desatada y a favor de que impere el Estado de Derecho único camino para que el país pueda progresar en paz, olvidando los bochornosos incidentes ocurridos el día 18 de octubre que quiera Dios nunca más vuelvan a repetirse.