Al finalizar el año, se suele hacer un balance de lo ocurrido en el año que se va. En el presente artículo, haremos una revisión de la gestión del Presidente Boric, en el año que se fue.
Principales logros del gobierno:

Entre los logros del gobierno frenteamplista – socialismo democrático, se cuentan la reducción de la jornada laboral a 40 horas; el incremento del salario mínimo al equivalente a US$ 518; los programas de apoyo en salud y ampliación de la Pensión Garantizada Universal; el control de la inflación a cerca del 4%; el aumento de la inversión extranjera en 17% sobre el promedio de los últimos 5 años y la Ley del royalty minero.
Algunas de estas medidas, han sido sin embargo, cuestionadas por sectores de la oposición y muchos analistas que las consideran como obstáculos para lograr el desarrollo económico del país.

Tareas pendientes:

El gobierno de Gabriel Boric tiene dos grandes déficit: El primero y el más importante según las encuestas ciudadanas, es el fracaso en la batalla contra la delincuencia, el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado. Nunca, en la historia de nuestro país, la gente había vivido más atemorizada de perder su vida y sus bienes. El episodio del ex subsecretario Manuel Monsalve – un verdadero mazazo al gobierno – vino a complicar aún más este aspecto de la política del gobierno, que debió improvisar a dos personas que no saben nada de la lucha contra la delincuencia, en los dos cargos más importantes de esta área.
El segundo déficit del gobierno, se encuentra en la batalla por el crecimiento económico. Chile tuvo en el año 2024 uno de los crecimientos más bajos de América latina: un 2,3%. Otros países de la región crecieron el doble o más que nuestro país. Incluso Perú, que vive en una constante inestabilidad política creció al 3%. Este bajo nivel de crecimiento se ha atribuido al tema de los permisos y la desconfianza de los empresarios nacionales y extranjeros sobre la política del gobierno. Y tienen razón, pues el gobierno como tal y sus principales colaboradores, incluidos sus parlamentarios, tienen una desconfianza total sobre el papel que le cabe a la empresa en el desarrollo económico de nuestro país.

Otros nudos ciegos del actual gobierno, son la reforma del sistema previsional, la crisis del sistema de las Isapres y el funcionamiento de la salud pública.
La reforma del sistema previsional se ha empantanado en el Congreso, pues la oposición se ha negado sistemáticamente y por razones de principios, a que un porcentaje del 6% de aumento de las cotizaciones vaya a lo que el gobierno de Boric llama solidaridad. La oposición sostiene, que el sistema público de salud ha fracasado en todo el mundo y que lo que debe corregirse son los errores del sistema actual.
La crisis del sistema de las Isapres, prestadoras de seguros de salud, ha generado un éxodo de cerca de trescientos mil cotizantes hacia el sistema público que ya estaba colapsado, generando una crisis en el sistema que tiene una muy difícil solución. Si las Isapres quebraran, casi un millón de personas deberían ser atendidas por el sistema público que, obviamente, no es capaz de resistir esta presión por la atención. Otro problema, lo constituye las listas de espera se han ido incrementando día a día sin que el gobierno haya podido enfrentar a través del ministerio del ramo una solución. Según las cifras oficiales, son más de cuarenta mil los pacientes que fallecieron sin ser atendidos. Este hecho es una verdadera atrocidad en un país que se dice desarrollado.

Difícil gobernabilidad:
La aprobación de los proyectos de ley se ha visto complicada por la existencia en la Cámara de Diputados de doce partidos con representación parlamentaria y la existencia de un relativo equilibrio a favor a la oposición, lo cual ha restringido las posibilidades de maniobra del gobierno frenteamplista- socialismo democrático.
El gobierno, tomo conciencia de esta situación y estudia una serie de reformas para lograr que el sistema político este conformado por partidos grandes que aseguren un mínimo de gobernabilidad.

Panorama futuro:

Los analistas no son optimistas sobre lo que ocurrirá el año 2025. El crecimiento económico será – según todos los organismos técnicos – inferior al del año 2024. Y un país en el que su economía no crece, es un país condenado a la mediocridad.

Solo, un cambio en la mentalidad de los principales personeros del gobierno del sector económico, podría cambiar el norte de la política económica. Es difícil por los prejuicios anti empresa de dichos personeros, pero, como alguien escribió, la realidad es más fuerte y se impone. Pensamos que Boric y su gobierno no desean ser recordados como el gobierno que tuvo el más bajo nivel de crecimiento promedio de los últimos treinta años.