El despilfarro de fondos públicos sigue viento en popa. A la farra de dineros públicos en el caso fundaciones, la contratación de cerca de cien mil nuevos funcionarios públicos y a los escandalosos sueldos de algunos funcionarios del gobierno de Boric, se sumaba la pretensión de comprar en casi mil millones de pesos de la antigua casa de Salvador Allende de calle Guardia Vieja. La propiedad pertenece actualmente a Maya Fernández, nieta de Allende y hoy Ministra de Defensa y a la senadora Allende, razón por la cual la idea no pudo materializarse por ser inconstitucional que una ministra y una parlamentaria contraten con el Estado.

La idea del gobierno era comprar esa propiedad para transformarla en un museo destinado a destacar la obra del ex gobernante. Ello, y ahí está el despilfarro, a pesar de que ya existe el Museo de la Memoria Salvador Allende. La gente se pregunta para que otro museo si ya existe uno. Y se molesta, por cuanto esta idea se iba a financiar con los impuestos que ellos pagan.
La noticia de la compra de la antigua casa de calle Guardia Vieja generó múltiples reacciones negativas, tanto en algunos sectores del gobierno, que lo ven como un verdadero autogol, como en los partidos de la oposición que están dispuestos a efectuar una ofensiva fiscalizadora, para tratar los detalles de esta frustrada operación de compra.
Además diversos sectores, ligados al mundo inmobiliario han cuestionado el precio que se pretendía pagar por la compra, pues señalan se trata de una propiedad vieja con muy poco terreno. Desvirtúan de esta manera lo señalado por personeros del gobierno que habían señalado que varias inmobiliarias querían comprar la propiedad para edificar en ella un edificio. Esto, dicen personeros del sector inmobiliario, es imposible dado lo pequeño del terreno.