Después de numerosas rondas de negociaciones, aproximadamente 14 meses después de la primera tregua corta, Tel Aviv y Hamás anunciaron un acuerdo de alto el fuego, provocando diversas reacciones internacionales, pero sobre todo escenas de júbilo tanto en esta Palestina territorio y en Israel. El alto el fuego, muy debilitado según algunos, entra en vigor este domingo, según Qatar. Horas antes del anuncio oficial, mientras la oficina del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu declaraba que las cuestiones “aún estaban por resolverse”, al menos 27 palestinos murieron en nuevos ataques israelíes en la Franja de Gaza.
El anunció del acuerdo de alto el fuego, provocó que miles de palestinos manifestaran su alegría en toda la Franja de Gaza. En Tel Aviv, en la Plaza de los Rehenes, llamada así por los atentados del 7 de octubre de 2024, la reacción fue una mezcla de alivio, cautela y alegría. El movimiento palestino dijo que el acuerdo era “el producto de la legendaria tenacidad de nuestro pueblo palestino y nuestra valiente resistencia en la Franja de Gaza durante más de 15 meses”. El presidente israelí, Isaac Herzog, acogió con satisfacción la tregua. “Lo digo muy claramente: es una tregua”. “Buena elección. Es una elección importante. No hay mayor obligación moral, humana, judía o israelí que traer de vuelta a nuestros hijos e hijas” dijo en un discurso televisado.
Las reacciones inundaron todo el mundo. Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, que reveló que los dos beligerantes habían llegado a un acuerdo anteriormente, celebró un acuerdo “memorable”. Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, expresó su “profundo alivio después de tanto dolor y miseria insoportables”. El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, abogó inmediatamente por una “entrada rápida, sin obstáculos e ininterrumpida” de ayuda humanitaria a Gaza. El mismo llamamiento fue acogido por Madrid, Berlín, Ammán e incluso el jefe de la ONU. Moscú y Beijing acogieron con satisfacción este acuerdo.
Qatar, Egipto y Estados Unidos han afirmado que supervisarán la aplicación del acuerdo de tregua, a través de “un mecanismo de seguimiento que se pondrá en marcha”. Benjamín Netanyahu acusó a Hamás el jueves por la mañana de intentar “extorsionar con concesiones de último momento” y de provocar una “crisis de último momento” al retractarse de ciertos puntos del texto. Acusaciones inmediatamente rechazadas por el movimiento palestino, que advierte que “cualquier agresión, cualquier bombardeo [sobre Gaza] en esta etapa corre el riesgo de transformar [las esperanzas de liberación de tal o cual rehén] en tragedia”.
¿Qué aporta este acuerdo? Tres fases ya. La primera fase, que comienza el 19 de enero, prevé una tregua de seis semanas, la retirada parcial de las FDI de Gaza, la liberación de 33 rehenes israelíes a cambio de entre 1.000 y 1.500 prisioneros palestinos y un aumento de la ayuda humanitaria. La segunda fase, condicionada al éxito de la primera, tiene como objetivo la liberación de los rehenes restantes y la retirada total de las FDI. La tercera fase prevé un plan de reconstrucción de Gaza. La Unión Europea anunció una ayuda humanitaria de 120 millones de euros para Gaza, donde la situación es calificada de “catastrófica”.
Según la OMS, se necesitarían al menos 10 mil millones para reconstruir incluso el sistema de salud de Gaza. Human Rights Watch cree que a pesar del acuerdo, “los crímenes atroces cometidos el 7 de octubre de 2023 y desde entonces no deben quedar impunes”.








