Durante su pontificado, el Santo Padre publicó en total cuatro encíclicas, cartas
solemnes que son consideradas los documentos más importantes escritos por los
Papas. Ellas son:

Lumen Fidei (2013)
Lumen Fidei (en español, La Luz de la Fe) fue la primera de las encíclicas del
Papa Francisco, publicada en 2013, apenas unos meses después de haber sido
elegido Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. El texto fue iniciado por el Papa
Benedicto XVI y que había quedado inconclusa tras renunciar a su pontificado.
Francisco agregó sus aportaciones y la publicó en julio de 2013, completando así
la trilogía de encíclicas sobre las virtudes teologales iniciada por su antecesor.
Este documento consta de cuatro capítulos. El primer capítulo presenta la fe de
Jesucristo; el segundo, aborda la relación entre fe y verdad; el tercero habla de la
Evangelización; y el último del Bien Común.

Laudato Si’ es la segunda Encíclica de Francisco se centra en el cuidado de la
creación. Toma su nombre del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís,
que una y otra vez repite “Laudato si’, mi’ Signore” (en español, Alabado seas, mi
Señor).
Es conocida como la ‘encíclica ecológica’ por la profunda reflexión que hace el
Papa sobre el estado del medio ambiente y la ecología, y hace un llamado a la
adecuada conservación del planeta y a una verdadera conversión ecológica para
el cuidado de la casa común.

Fratelli Tutti (2020)
Para su tercera encíclica, el Papa Francisco eligió el nombre de  Fratelli Tutti  (en
español, Todos Hermanos), un documento de corte social en el que aborda el
tema de la fraternidad y la amistad social.  Como en Laudato Si’, el Santo Padre
se inspiró en San Francisco de Asís, quien utilizaba las palabras  ‘Fratelli tutti’
antes de dirigirse a sus hermanos.  “Si bien -dijo el Papa en su momento- la
escribí desde mis convicciones cristianas, que me alimentan y me nutren, he
procurado hacerlo de tal manera que la reflexión se abra al diálogo con todas las
personas de buena voluntad”.

Dilexit Nos (2024)
Dilexit nos (en español, Él nos amó) es la cuarta y última de las Encíclicas del
Papa Francisco y lleva por subtítulo “Carta encíclica sobre el amor humano y
divino del Corazón de Jesucristo”.  El documento está dedicado al Sagrado
Corazón de Jesús y se publicó en el marco de la celebración de lo 350 años de la
primera manifestación de esta advocación a Santa Margarita María Alacoque. En
el contexto actual, un mundo con distintas guerras, problemas sociales y
económicos graves y de grandes avances tecnológicos, el Santo Padre invitó a
“cambiar la mirada, la perspectiva, objetivos, y recuperar lo más importante y
necesario: el corazón”.