Jorge Queirolo Bravo, subdirector de nuestro periódico, sufrió unos días atrás una
desafortunada situación. Por no haber concurrido a una citación de un Juzgado de
Policía Local de Viña del Mar, con ocasión de un accidente de tránsito leve, recibió
una orden de detención que ejecutó de muy mala manera Carabineros de dicha
ciudad.
En efecto, los carabineros encargados de cumplir la orden del tribunal,
saltándose todos los protocolos dispuestos sobre la materia, para cumplir la orden
judicial amenazaron al conserje del edificio y al padre de nuestro subdirector, de
84 años de edad. Luego, y como el tribunal funciona de martes a viernes solo en
la mañana, y dicho horario supuestamente ya había pasado, todo ello según los
carabineros, procedieron a encerrarlo en un calabozo maloliente y sucio junto con
otros delincuentes comunes y de extrema peligrosidad que se encontraban allí
detenidos.
Carabineros de Viña del Mar no tuvo ningún respeto con nuestro
subdirector ni tuvieron ninguna consideración con el hecho de que él no había
cometido delito alguno que ameritara semejante trato denigrante. Incluso le
rompieron el teléfono celular que previamente le habían quitado. Durante el
evento, Carabineros se saltó olímpicamente todos los protocolos existentes sobre
la materia.
Expresamos nuestra queja formal sobre lo sucedido.