De acuerdo con lo informado por la DW “de acuerdo con datos de organismos
oficiales, la economía germana se contrajo ligeramente en el primer trimestre de
2023, comparado con los tres meses anteriores, entrando en una recesión técnica.
En marzo, la producción industrial alemana cayó más de lo esperado, afectada
sobre todo por el bajo desempeño del sector automotriz clave”.

“El invierno cálido, un repunte de la actividad industrial, impulsado por la
reapertura china y un relajamiento de la presión de las cadenas de suministro no
fueron suficientes para sacar a la economía de la zona de peligro de la recesión”,
escribió Carsten Brzeski, economista del banco ING, en una comunicación a sus
clientes.
El Producto Interno Bruto (PIB) alemán cayó un 0,3 por ciento en el primer
trimestre tras el ajuste de los precios y efectos estacionales, según datos de la
Oficina Federal de Estadística Destatis. “La economía alemana ha registrado dos
trimestres de crecimiento negativo consecutivos”, señaló la presidente de Destatis,
Ruth Brand.
En el último trimestre de 2022, los números arrojaron una contracción del 0,5 por
ciento. Por lo general, una recesión se define como dos trimestres consecutivos de
contracción.
De acuerdo con la oficina, el impacto de la inflación sobre la economía se reflejó
en el consumo por hogar, que cayó un 1,2 por ciento de un trimestre al otro tras
los ajustes estacionales y de precio. Si bien la tendencia al alza de los precios se
ha relajado, la tasa anual de inflación del 7,2 por ciento, registrada en abril, sigue
siendo relativamente alta.
Los hogares privados gastaron menos en comida, bebidas, ropa, zapatos y
muebles que en el trimestre previo. Asimismo, compraron menos automóviles
nuevos, lo cual posiblemente tenga que ver con el hecho de que el gobierno
pusiera fin a los respectivos subsidios a finales de 2022.
Las inversiones, que crecieron en los tres primeros meses del año, después de
una débil segunda mitad de 2022, fueron un rayo de esperanza”.