El diario francés “Le France Soir” publicó un interesante artículo referido a la
petición que el gobierno alemán ha hecho a la Unión Europea para que se levante
la prohibición de vehículos nuevos no eléctricos, prevista para el año 2035. Señala
el periódico: “La canciller alemana anunció que pedirá este viernes en una carta
oficial a la Unión Europea que levante la prohibición de venta de nuevos coches
no eléctricos prevista para 2035, con el fin de apoyar a la industria automovilística.
El reglamento, medida emblemática del Pacto Verde Europeo, pretende combatir
el calentamiento global, pero la industria del automóvil considera imposible pasar
al 100% eléctrico por el coste de esta evolución y el reto tecnológico que supone.
China, por su parte, ha tomado una importante delantera, produciendo vehículos
eléctricos más baratos que los de los gigantes alemanes.
Tras una reunión nocturna de la coalición gobernante alemana, Merz anunció que
el viernes enviará una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von
der Leyen, pidiéndole que “ajuste y corrija las regulaciones sobre movilidad”.
“Pediré a la Comisión que autorice a partir de 2035 los vehículos eléctricos, pero
también los vehículos híbridos enchufables”, afirmó, antes de pedir también “la
aprobación de motores de combustión interna de muy alta eficiencia” y de
extensores de autonomía.
Según él, el objetivo es alinear mejor los objetivos climáticos con la reducción de
emisiones, “la competitividad de la industria automovilística europea” y la
preservación del empleo.
La coalición gobernante en Alemania, que reúne a conservadores y
socialdemócratas, también ha decidido establecer una bonificación de compra de
al menos 3.000 euros para “hogares de ingresos medios y bajos” para vehículos
híbridos enchufables y eléctricos.
La Comisión tiene previsto anunciar el 10 de diciembre medidas para aliviar al
sector del automóvil y ayudarle en su transición hacia la descarbonización.
El miércoles, en una reunión del sector automovilístico en Alemania, el
vicepresidente de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, sugirió que la UE
podría revisar la prohibición de venta de vehículos nuevos con motores de
combustión interna en 2035.
La economía alemana está en crisis, oscilando entre la recesión y el
estancamiento. Se ve lastrada por el coste de la energía, la falta de innovación, la
competencia china, los aranceles estadounidenses y las barreras burocráticas que
las empresas consideran demasiado onerosas.
La UE, frente a una economía lenta en todo el bloque, está preparando medidas
para relajar una serie de regulaciones con el fin de reactivar la industria, ponerse
al día en inteligencia artificial y revisar algunas de las ideologías más locas”.








