A escasas horas de que venciera el plazo otorgado por la sentencia de la
respectiva Sala de la Corte Suprema, el Congreso Nacional logró despachar la
Ley Corta de Isapres, destinada a, según algunos, a salvar al sistema y según
otros, a prolongar la agonía del sistema.

Lo importante radica, sin embargo, en el hecho de la quiebra del sistema privado
radica en el hecho de que la posible quiebra, hubiese significado que alrededor de
dos millones setecientas mil personas hubiesen debido ser absorbidas por el
sistema público de salud.
Y este, es imposible, pues el sistema público está totalmente colapsado. Sabido
es que hubo más de cuarenta mil pacientes que perdieron la vida el año pasado,
debido a que Fonasa no pudo atenderlos a tiempo. Es un hecho público y notorio,
que en el sistema público de salud, las listas de espera de los pacientes para ser
atendidos, supera los ocho meses en la mayoría de las patologías.
La aprobación de la ley corta, en todo caso, fue extremadamente compleja, pues
varios parlamentarios del oficialismo votaron en contra del proyecto.