El candidato peronista Sergio Massa, contra todo pronóstico, venció a Javier Milei en la primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas. Massa obtuvo el 36,6% de los votos, el candidato del Partido Liberario, javier Milei marcó un 30% de las preferencias y de Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, obtuvo un poco más del 23%. Esta última quedó eliminada de la carrera presidencial. En la jornada electoral, participaron cerca de 26 millones de votantes.

El resultado hecho por tierra a la mayoría de las encuestas preelectorales que habían pronosticado que Milei obtendría el primer lugar. El resultado es sorprendente, pues Massa dirige la economía del país, que atraviesa por la peor crisis económica de los últimos veinte años: tiene una inflación de un 120 %; una pobreza que llega al 40% de la población argentina; el valor del dólar se ha disparado y donde el salario mínimo es uno de los más bajos de América Latina.

De acuerdo a los resultados Massa y Milei, deberán enfrentarse por la presidencia del país trasandino, el próximo 19 de noviembre. Masa y Milei representan dos modelos económicos diametralmente opuestos: Massa es partidario, como buen peronista, de una economía centralizada, con tintes populistas que recurre al otorgamiento de susidios que le permiten conformar una sólida base de apoyo electoral. En esta elección, Massa tuvo la capacidad, a pesar de ser Ministro de Economía, y responsable del desastre económico argentino, de mostrarse como un reformador capaz de hacer los cambios que Argentina necesita para transformarse – de nuevo – en un país desarrollado.

Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza – una coalición ultra liberal que fue fundada hace dos años – se ha definido como “anarco capitalista” y “enemigo del Estado”. También ha señalado que la “casta política” está llena de ladrones.
Ha propuesto la dolarización de la economía; la eliminación del Banco Central, una drástica reducción del tamaño Estado y la privatización de las empresas del Estado. Lo anterior, según Milei, permitiría a la Argentina, convertirse en una potencia mundial.
Milei también ha señalado que se opone al aborto; que apoya el porte de armas; que defiende el matrimonio homosexual y la legalización de drogas. Según las encuestas, su discurso radical le ha permitido construir su capital político. Analistas argentinos han señalado que las ideas de Milei de privatizar los trenes y eliminar los subsidios le costaron miles de votos. En Argentina, el 51,7%, de la población recibe algún tipo de subsidios del Estado. La renuncia al subsidio implicaría, por ejemplo, que el billete de tren subterráneo que cuesta 33,2 pesos pasaría a costar 1.100 pesos argentinos
Conclusión: La victoria de Sergio Massa en la primera vuelta, no asegura su triunfo el 19 de noviembre. Ello por cuanto, la votación de Milei y de Patricia Bullrich, se caracteriza por ser anti gobierno y anti peronista. Sumadas estas votaciones, superan con largueza a la votación de Massa.
La tarea de ambos candidatos – para triunfar – es difícil, pues deberán atraer a votantes que están lejos de sus posiciones políticas y económicas. Así las cosas, Milei se presentará como el candidato del cambio y Massa como el candidato de de la seguridad.
El próximo 19 noviembre veremos cuál de los candidatos logra los apoyos que les permitan llegar a la presidencia.