Una interesante crónica sobre las gestiones que viene realizando China para tener
más influencia en la UNESCO publico el periódico Tehe New York Times que por
su importancia reproducimos a continuación: “Cualquier viajero que haya hojeado
una guía internacional sabe que una designación de la UNESCO indica un destino
cultural que vale la pena visitar aunque implique desviarse un poco del camino.

Pero la UNESCO —la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura— también se ha convertido en los últimos años en el blanco de
una intensa campaña de influencia china, a medida que Pekín ha intentado
aumentar su presencia sobre los planes de estudio, las designaciones históricas e
incluso la inteligencia artificial. La decisión que tomó el presidente Donald Trump
de retirar a Estados Unidos del grupo elimina un poderoso freno a los esfuerzos de
China, en el último ejemplo de cómo la retirada de la Casa Blanca de las
instituciones internacionales ofrece la oportunidad para que China haga avanzar su
poder blando.
Estados Unidos fue en su día el mayor patrocinador de la UNESCO, con casi 25
centavos de cada dólar. Sin embargo, Washington ha mantenido una relación
intermitente con la UNESCO durante años, especialmente desde que Trump
asumió el cargo en 2017, y China ha pasado a ocupar su lugar. Un funcionario
chino es ahora el director general adjunto de la UNESCO, un cargo que, según
dijeron los diplomáticos, suele concederse a cambio de favores políticos o
monetarios.
La UNESCO ha prestado apoyo a las principales prioridades del máximo dirigente
chino, Xi Jinping, incluido el programa mundial de infraestructuras conocido como
la Iniciativa del Cinturón y la Ruta. Pekín también ha presionado mucho para
obtener designaciones de Patrimonio de la Humanidad y está compitiendo para
superar a Italia como el país con más lugares de importancia cultural. Algunos de
esos lugares se encuentran en regiones oprimidas como el Tíbet y Sinkiang, donde
muchos residentes locales los consideran un intento de apropiarse y controlar su
cultura e historia. Y aunque la UNESCO ejerce una enorme influencia sobre lo que
cuenta como historia, también es la agencia de la ONU encargada de establecer las
directrices de la inteligencia artificial. La UNESCO tiene un acuerdo coniFlytek,
una importante empresa china de IA, para cooperar en la educación superior en
Asia y África, según los medios de comunicación estatales chinos. (La UNESCO dijo
que tiene acuerdos de colaboración con muchas empresas de inteligencia artificial
de todo el mundo). “La UNESCO es un campo de batalla por el poder y la influencia
cultural e intelectual”, dijo David Killion, quien fue embajador ante la UNESCO
durante la presidencia de Barack Obama. “Estamos cediendo el reino del poder
blando a una gran potencia expansionista y autoritaria”.