Pasados cinco meses del triunfo del rechazo a la propuesta Constitucional, resulta conveniente y necesario presentar hipótesis de trabajos que expliquen el 62 por ciento del electorado que se pronunció por no aprobar el documento sometido a consulta el pasado 4/9. En efecto, la perspectiva del tiempo nos da espacio para comprender cuáles habrían sido las causas del categórico rechazo.

En los tiempos en que observamos como emana un ideario posmoderno, el que emerge caracterizado por la deconstrucción de la racionalidad y el ordenamiento institucional heredado tras la ilustración, cuestión que a nivel mundial -en especial en Occidente- se aprecia en las dificultades para gobernar y dar estabilidad al régimen democrático. La evidencia es que la opinión pública cambia a gran velocidad y se asienta en la voluntad subjetiva, en el interés individual o colectivo entendido como un derecho.

En consecuencia, las democracias liberales tienden a percibirse con carencias y se les acusa de ser la causante del malestar ciudadano. Por ello, podemos afirmar que en general nos vamos distanciando culturalmente de los principios fundamentales que legitiman al régimen, tales como el respeto a lo acordado y, sobre todo, resolver las controversias de manera pacífica.

Al respecto, el anterior proceso constitucional tuvo una buena dosis de elementos postmodernos. Sin embargo, lo llamativo es que la mayoría de los chilenos se pronunció por valorar la tradición republicana de Chile y sus instituciones, incluidas las fuerzas armadas y de orden público, las que en el texto se desdibujaba su función o, al menos, dejaba espacios a interpretaciones.

En el mismo sentido, la incertidumbre provocada por las múltiples interpretaciones políticas y jurídicas que el documento sembró en materia de unidad nacional. En efecto, los principios jurídicos de autogobierno y autodeterminación de los pueblos originarios, más la institucionalización de la diferenciación judicial según colectivos subnacionales, habría sido clave para interpretar que se estaba amenazando la unidad de los chilenos.