La iniciativa formaba parte del programa de gobierno del Presidente Boric. Mario Marcel, Ministro de Hacienda, destacó la aprobación del royalty señalando que “da seguridad a la industria para invertir y desarrollarse”
La nueva Ley establece un nuevo esquema tributario para los explotadores mineros que produzcan más de 50.000 toneladas métricas de cobre fino al año que considera un impuesto ad valorem de 1% sobre las ventas anuales de metal rojo. En los casos en que las firmas obtengan un resultado operacional negativo, no procederá el pago de este.

 

Además, se aplicarán tasas de entre 8% y 26% según margen operacional minero, y considerará la depreciación y los gastos de puesta en marcha en el cálculo de los costos.
Eso sí, para aquellas mineras pequeñas y medianas -es decir, que produzcan menos de 50.000 toneladas métricas de cobre fino – se mantiene la misma carga tributaria vigente. Junto con ello, se fijó una carga tributaria potencial máxima de 46,5% para aquellas faenas sobre 80.000 toneladas, y de 45,5% para operaciones entre 50.000 y 80.000 toneladas.
Esta nueva estructura impositiva espera recaudar 0,45% del PIB, cerca de US$1.350 millones. US$450 millones, serán distribuidos directamente para impulsar el desarrollo de las regiones y comunas del país.
A su vez, se introdujeron incentivos a la expansión de proyectos mineros, ya que el impuesto específico para estos explotadores se determinará utilizando un promedio de su producción durante los últimos seis años, quedando transitoriamente con tasas más bajas que otros de similar producción. Se crearán tres fondos de beneficio comunal y regional que suman US$450 millones.
Mario Marcel señaló: “Finalmente va a ver la luz, con una fórmula que, a nuestro entender, combina bien el objetivo de aumentar la participación del país en la renta económica de la actividad minera. Y por otro lado, mantener un clima favorable a las inversiones en el sector”
Las legislaciones de otros países establecen diversas cargas tributarias. 40,7% en Perú; 44,6% en Australia; 40,1% en Columbia Británica y 41,6% en México.
El Gobierno, en su intento por lograr la aprobación del proyecto aceptó sucesivas rebajas del impuesto: primero de 48% a 47%, hasta llegar finalmente al 46,5% para los productores que superen las 80 mil toneladas métricas de cobre fino, y 45,5% para aquellos cuya producción sea menor al nivel antes mencionado.