La crisis económica de nuestro país, generada por el casi nulo crecimiento
económico de los últimos años se ha traducido en un dramático aumento del
déficit habitacional.
En Chile, según los datos entregados por el Ministerio de Vivienda, existen 1.432
asentamientos irregulares; una cifra 630 unidades mayores que la del mismo
registro previo al estallido social. Según el MINVU, en cinco años, el fenómeno de
los campamentos se incrementó a lo largo del país en un 56%, lo cual da cuenta
de la crisis histórica que vive el país en materia habitacional.
El hecho de que las personas se tomen un terreno, para instalar allí un
campamento de viviendas precarias genera dos grandes problemas: Pésimas
condiciones de habitabilidad el allegamiento y el hacinamiento. Ello, genera un
malestar social que impulsa a las personas a tomar terrenos más y organizar más
campamentos dado que llegan al convencimiento de que les es imposible una
solución habitacional definitiva a través de los mecanismos establecidos por el
Estado.
De acuerdo a los datos oficiales la cantidad de hogares allegados, núcleos
secundarios hacinados y viviendas irrecuperables en el contexto previo al
estallido, revelan que el número de viviendas que se necesitan para dar una
solución real al problema de la vivienda, se mantuvieron cercanas a 550.000
unidades.
La política habitacional del gobierno, plantea la construcción de 260.000 viviendas
durante la gestión del Presidente Boric. Según el Minvu, esta cifra se estaría
cumpliendo.