En medio de volcanes sociales que vomitan al cielo su energía
acumulada como si fueran a parir otro continente, a América Latina la
seduce bailar al ritmo de viejos tambores políticos gastados por el
tiempo, en lo que pareciera ser un capítulo nuevo de una leyenda
repetida; como si ella misma no fuera ese oscuro y sempiterno
crepúsculo mágico donde danzan brujos y hechiceros confundidos con
espíritus del mal.
Esta leyenda envolvente, -que nada tiene de aurora-, de la que son
partícipes algunos jefes tribales, es la inspiración onírica de
encuentros ritualistas efectuados bajo el conjuro de ocultas
intenciones surgidas en otras asambleas contaminadas por efluvios
ideológicos ancestrales y posmodernos que como la ayahuasca,
intoxican las neuronas y retardan el paso al caminar.
De la alucinación a la convulsión psíquica y desde allí a la gestión
errática el tránsito es directo y sin obstáculos, lo que explica el
presente estado de gobernanza regional y nacional.De alturas, cumbres y apunados
Durante la reciente Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo, han
vuelto a encontrarse en un mismo lodo: autócratas en pleno ejercicio,
ex-radicales supuestamente arrepentidos, izquierdistas complacientes,
demócratas populistas, dirigentes tibios y jerarcas de difícil
clasificación.
Desfallecientes la Unasur, la Alianza del Pacífico, el Mercosur, la
Celac, esta Cumbre integrada además por España y Portugal es hoyla cancha central en que procuran mostrar su débil ‘musculatura de
sustento’ gobernantes ávidos de tribuna. Ausentes Lula y Amlo, -los
chamanes de mayor poderío-, el micrófono ha pasado de un ex-
guerrillero converso defensor del ultimo títere golpista de izquierda
peruana, a un presidente por defecto, -engendro ineficaz de
conveniencia peronista-, que ha hecho de la intromisión en asuntos
internos de países vecinos su fuente favorita de vitamina política.
En la última Cumbre Iberoamericana, escenario de luces
resplandecientes provisto de tecnología de punta, karaoke y grandes
parlantes para que todos los actores y asistentes canten sus
canciones predilectas, -no solo quienes pertenecen al Grupo de
Puebla o al Foro de São Paulo-, se ha escuchado al vocero de uno de
los ogros caribeños, al delfín no-oceánico sucesor de Evo, y a quien le
encanta asumir el rol de seráfico de ‘tío gramsciano’; en fin, es que
nuestros tímpanos aún aguantan y resisten desde el cante jonde del
rey de España hasta el último tema reguetonero de moda, pasando
por el son, el mambo, la ranchera, la cumbia, el pasillo, el huayno, la
guarania, el tango y cuanto ritmo cautivante existe en nuestra América
fecunda.La brecha que separa a las izquierdas latinoamericanas
De manera poética la palabra ‘cumbre’ nos evoca la luz y el misterio
de las alturas de Machu Picchu, la montaña Huascarán, el volcán
Nevado del Ruiz, el Chimborazo, el monte Aconcagua, a aves que
vuelan alto, a magníficos cóndores andinos, pero en este caso lo real-
contingente es distinto y no hay que sorprenderse si en el ascenso a la
fama son varios los líderes de Estado que al ‘apunarse’ nunca llegarán
a la cima del gran poder que los aturde.
La Cumbre Iberoamericana reveló que el funesto modelo bolivariano
de Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales ha perdido fuerza en la
izquierda latinoamericana, que el legado cubano y sandinista ha
quedado sin oxígeno. Hoy existe un abismo entre el aparente
progresismo regional contemporáneo y dicho modelo.En República Dominicana se escuchó a gobernantes neoizquierdistas
cuyos planteamientos al chocar con su temerosa y hasta ahora
culpable inserción en dicho eje ideológico, “abren una serie de
preguntas sobre la definición de lo que hoy es izquierda en
Latinoamérica”, ha escrito Francesco Manetto. Lo que precipita de
acuerdo a su opinión, “un tipo de izquierda casi por cada país y en
cada gobierno”. (artículo “La Cumbre Iberoamericana revela el abismo
de las izquierdas”, “El País”, 26 de marzo de 2023)
Si el objetivo de nuestros pueblos es construir en libertad un futuro
democrático mejor, esta fractura detectada en Santo Domingo es una
noticia para tenerla presente, pues lo que ha perturbado la eficacia de
los organismos multilaterales de la región ha sido la interferencia de
corrientes ideológicas dogmáticas que se disputan la hegemonía en
nuestra America.