La economía de los países más importantes siempre está en riesgo de caer un
proceso inflacionario. Con todas las consecuencias que ello trae consigo. China, el
gigante asiático entró en un esquema diferente: su economía sufre una deflación
por primera vez en más de dos años. Ello, a raíz de la debilidad del consumo
interno. En el mes de julio recién pasado, el índice de precios al consumo en
China registró un – 0,3% en julio, según la información entregada en forma oficial,
por la Oficina Nacional de Estadísticas.

Deflación, estancamiento y crisis inmobiliaria: Los más importantes analistas
internacionales habían anticipado una contracción todavía mayor del 0,4%. Esta
caída de los precios puede resultar muy beneficiosa para aumentar el poder
adquisitivo de la gente, pero en el largo plazo – que es lo importante – es una
amenaza porque los consumidores postergan sus compras a la espera de que se
produzcan una mayor caída de los precios. Y al bajar la demanda, las empresas
disminuyen la producción, efectúan mayores descuentos para poder vender sus
stocks, no contratan nuevos empleados y/o entran en un proceso de despidos de
personal.
Los analistas económicos, señalan que la deflación refleja la realidad económica
de China siendo necesario que el gobierno, eche a andar un estímulo importante
para hacer crecer la demanda y superar la situación. Las autoridades chinas solo
han planteado la toma de medidas puntuales y formular buenas declaraciones de
intenciones hacia el sector empresarial. Las empresas chinas, en su mayoría
estatales, están presionando para que las autoridades económicas cambien la
estrategia y tomen medidas que vuelvan a impulsar el crecimiento.
A finales del año 2020 y principios de 2021, China vivió un breve período de
deflación, debido a la baja del precio de la carne de cerdo, que la más consumida
en el país. Ahora, los analistas han señalado que la deflación actual podría
prolongarse más de lo conveniente, pues existe en el país, un nivel de cesantía
importante. También ha influido en la crisis, la situación del sector inmobiliario, que
vive diversos problemas económicos, el principal de los cuales, es una baja de las
ventas. Hay que señalar, que este sector representa una cuarta parte del PIB
chino.