La derrota electoral sufrida por Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales venezolanas y las denuncias de fraude cometidas por la dictadura chavista endurecieron al régimen que lejos de entregar el poder al legitimo ganador Edmundo González, inicio una feroz represión en contra de los opositores.

La esperanza de que funcionara la salida negociada, pactada entre la oposición y el gobierno socialista de Maduro se vivieron al suelo.
La feroz represión desatada por el derrotado gobierno, obligó a los principales líderes de la oposición a pasar a la clandestinidad y en el caso del candidato triunfante, tener que dejar el país para asilarse en España a donde huyo en un avión de la Fuerza Aérea Española.
El panorama interno es aterrador. El gobierno socialista ya ni siquiera se preocupa de camuflar sus medidas autoritarias. Las fuerzas de seguridad venezolanas tienen rodeada la residencia diplomática argentina en Caracas, donde seis altos dirigentes de la oposición se han refugiado desde marzo.
Muchos gobiernos del mundo occidental no han reconocido su auto proclamada reelección para la presidencia en los comicios del 28 de julio.
Los presidentes de Brasil, México y Colombia, han hecho esfuerzos por mediar en la resolución del conflicto pero su propuesta no ha sido acogida por la dictadura chavista.
Edmundo González, el candidato triunfante es un ex diplomático de 75 años que recibió el apoyo de la lideresa María Corina Machado, después de que el máximo tribunal del país le impidiera presentarse a las elecciones presidenciales.