Miguel Henrique Otero, periodista venezolano actual presidente y director del
diario El Nacional señaló que en Venezuela no hay prensa libre. Comparó
también la situación de la prensa venezolana con el monopolio estatal de la
prensa en Cuba. El Nacional inicio su publicación en el año 1943 y suspendió en
el año 2018 su edición impresa por falta de papel y por la aguda crisis política,
institucional y socioeconómica de Venezuela.

Otero señaló: “Nos entorpecen el trabajo. Nos impiden tener cuentas bancarias,
traspasar bienes, hacer operaciones, firmar contratos y registrarlos o registrar
nombramientos. Cuando alguien sale de la empresa, tampoco podemos registrar
su salida”. Agregó el director,: “Son mecanismos para entorpecer el trabajo de la
empresa. Esto, el bloqueo de El Nacional en internet y la confiscación de sus
instalaciones hacen que el funcionamiento del periódico en Venezuela sea cada
vez más imposible”. Insistió que “son actos totalmente arbitrarios”, “propios de
una dictadura actuando contra un medio de comunicación, utilizando formas de
atropello y de entorpecimiento para impedir su funcionamiento regular”.
Actualmente en Venezuela solo algunas redes sociales funcionan…todavía no
están cerradas. Los medios independientes de comunicación están totalmente
paralizados y entorpecidos”, señaló el director de El Nacional. El régimen chavista
niega que persiga a los periodistas y a los medios, alega ser respetuoso de la
libertad de prensa y de expresión y acusa que existe un aparato mediático al
servicio “del imperialismo” de Estados Unidos para desprestigiar a la revolución
venezolana.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), que depende del gobierno de
Maduro, condenó al matutino en 2021 a indemnizar al Diosdado Cabello, número
dos de la dictadura chavista, a pagar trece millones de dólares por daño moral.
Cabello había demandado a El Nacional por difamación en 2015 por reproducir
una noticia publicada originalmente por el diario español ABC sobre que el
dirigente había comenzado a ser indagado en Estados Unidos por tener presuntos
lazos con el narcotráfico. El tribunal condenó al diario y embargo su edificio e
instalaciones. Otero debió huir de Venezuela cuando Cabello planteó la demanda
y permaneció desde entonces en España.
La condena del diario, según todos los estándares judiciales fue dictada sin un
juicio que demostrara que hubo difamación o injuria, pues como se señaló
anteriormente, el medio solo reprodujo una noticia publicada por otro medio.