Se ha dicho y escrito que la principal tarea de un Estado en forma es dar a los
ciudadanos tranquilidad y un clima de normalidad que les permita vivir tranquilos,
esto es, sin temor a ser asaltados o privados a la fuerza de los bienes producto de
su trabajo.

Y esto no ocurre hoy en Chile. La ministra carolina Toha, probable candidata
presidencial de oficialismo en una desafortunada intervención dio a entender que
los actos cometidos por los delincuentes en estos últimos días estaban dentro de
lo que normalmente ocurre en las épocas de Fiestas Patrias. Es decir “normalizó”
el estado delincuencial que existe en el país.
Las declaraciones de la ministra Toha han desatado un verdadero vendaval de
críticas a sus dichos, provenientes de todos los sectores, en especial de quienes
viven aterrados en barrios y villas prácticamente tomados por bandas de
delincuentes.
A estas críticas se han plegado parlamentarios y dirigentes de los partidos que
integran Chile Vamos e incluso algunos sectores del oficialismo que desean que el
gobierno logre contener la ola de delincuencia desatada que afecta actualmente a
Santiago e incluso algunas regiones.
La delincuencia desatada está afectando la actividad del comercio establecido y a
las actividades industriales que se han visto afectadas por la actividad delictual.