Después de 70 años, la reina recibió un último adiós de mandatarios de todo el mundo, antes de ser enterrada en el Palacio de Windsor.
La ceremonia fúnebre se celebra en la Abadía de Westminster.
Miles de personas esperaron horas y horas para ingresar al recinto donde se instaló el féretro de Isabel II. El féretro estuvo cubierto con el estandarte real, la corona imperial, el orbe; pieza que representa al mundo cristiano, y el cetro de oro, todos símbolos de la corona real británica. Ellos estuvieron custodiados por la guardia real.
El funeral de Isabel II, fue catalogado como “el funeral del siglo”, y se realizó en la Abadía de Westminster, luego de que el cortejo fúnebre, encabezado por el nuevo rey Carlos III llegase, desde el Salón de Westminster, al templo religioso en el centro de Londres.
Hubo 10 días de luto nacional, múltiples homenajes y respetuosos rituales que fueron respetados por presidentes, primeros ministros, y miembros de casi 40 casa reales de Europa en la Abadía de Westminster.
Asistieron a este funeral real, el presidente estadounidense Joe Biden; el presidente del Brasil, Jair Bolsonaro; los reyes de España, don Felipe y doña Letizia, los monarcas eméritos, Juan Carlos y Sofía; el emperador Naruhito del Japón, cerca de 500 líderes políticos y monarcas y en las calles, millones de personas rindieron tributo a una mujer sabia y querida por su pueblo.
El papa Francisco, no asistió, siendo representado por Paul Gallagher, secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, de la Iglesia Anglicana, pronunció el sermón de despedida.
En las calles, plazas y parques de todo el país, el pueblo británico observó dos minutos de silencio por su difunda reina. La ceremonia religiosa en la iglesia gótica de Londres terminó con el himno nacional, “Dios salve al Rey”, cantado en honor del nuevo monarca: Carlos III.
Miles de británicos e incluso personas de otros países, que quisieron acompañar a Isabel II pasaron una o más noches al aire libre, para reservar un lugar en primera en la avenida que conduce al Palacio de Buckingham y desde allí al Arco de Wellington, hacia donde el féretro se dirigió de nuevo en procesión tras el oficio religioso.
Isabel II, fue la reina más longeva del Reino Unido y falleció a los 96 años, causando un impacto mundial. Había llegado al trono del Reino Unido en 1952. El hijo mayor de la reina, Carlos de 73 años, le sucede en el trono con el nombre de Carlos III.
Muchas personas pasaron la noche al aire libre, para conseguir un lugar en la avenida que conduce al Palacio de Buckingham. Después del servicio religioso el féretro fue llevado por el centro de Londres hasta el Arco de Wellington, donde fue colocado en un coche fúnebre para continuar hasta el Palacio de Windsor.
En el palacio, en la Capilla San Jorge, se celebró un nuevo oficio religioso con 800 invitados, entre los cuales estuvieron los empleados del castillo. La reina fue enterrada en el “Memorial Jorge VI”, junto a los restos de sus padres y de su hermana Margarita en una última ceremonia privada reservada solo a sus familiares. Los restos de su esposo, el príncipe Felipe, fueron enterrados junto a ella.