Para comprender el actual panorama político en Perú hay que analizar su historia
y para ello debemos remontarnos a la conquista española. Francisco Pizarro
estableció como sede de su colonia la costa actual de Lima cercana al puerto del
presente Callao. Se trataba de un enclave muy lejano de la capital inca, Cusco,
que se encontraba en las montañas.

La razón fue establecer una zona que permitiera el escape rápido si tenía
problemas y obtener ayuda de España por mar. Lima se convirtió en la capital de
la colonia y de la moderna República del Perú.

Hay que señalar que Pizarro obró distinto a Hernán Cortez que estableció su
centro de operaciones en la capital azteca, Tenochtitlan, hoy México D.F.
Apareció, entonces un país en cierta medida dislocado ya que su principal centro
urbano se encontraba distante del resto del territorio. Como consecuencia
surgieron dos comunidades lejanas y culturalmente distintas: Lima y la los indios
del altiplano.

La metrópoli se sustentaba en los valores hispanos y se alardeaba que allí se
hablaba el mejor castellano del continente americano. Los indígenas seguían
expresándose en sus lenguas nativas y mantenían los hábitos anteriores a la
llegada de los españoles.

Para mayor claridad hablaremos de un Perú hispano y otro indígena. Como es de
suponer la metrópoli se apodero de los mayores recursos agrícolas y mineros de
su extenso territorio y denegó mayores posibilidades de modernización y
prosperidad a las zonas indias.

Ello originó una constante pugna entre ambas poblaciones. Basta recordar la
revuelta de Tupac Amaru en la Colonia y cercana a nuestros días las acciones de
Sendero Luminoso. En la década de 1830 el militar boliviano Andrés de Santa
Cruz anexionó Perú y lo dividió en dos grandes áreas la hispana y la aborigen,
Como consecuencia muchos limeños se unieron a las tropas chilenas y
combatieron en una división peruana bajo las órdenes del chileno Manuel Bulnes,
quien derroto a Santa Cruz en Yungay.

Durante la Guerra del Pacífico Lima fue ocupada por los triunfadores y se alzó el
militar Andrés Avelino Cáceres que organizó tropas en la Sierra para combatir a
los invasores.

Esa revuelta serrana fue mirada con preocupación por la oligarquía limeña,
temerosa que se alzara, después de la guerra, un poderoso ejército indígena.
Derrotado Cáceres en Huamachuco, en Julio de 1863, la oligarquía tres meses
después firmó el tratado de paz con Chile y el abandono de las tropas ocupantes
del territorio.

La consecuencia de este conflicto cultural en Perú ha sido la inestabilidad política
y por ello la mayor parte de sus Presidentes han sido militares. Con posterioridad
a la dictadura de Fujimori se han venido efectuando elecciones en y las
consecuencias han sido el triunfo presidencial de los candidatos apoyados por los
indígenas pero el sector hispano controló parte importante del Congreso.

Incluimos en los hispanos a Keiko Fujimori pese a sus antecedentes japonesas.
En la situación reciente, Pedro Castillo logró enormes mayorías en las
comunidades indias pero tuvo frecuentes enfrentamientos con los congresistas
hispanos que no lo dejaron gobernar.

Producida su destitución fue tomado preso acusado de intentar un golpe de
estado. Ello originó una protesta enorme de los indios que paralizaron al país. Hay
que decir que los aborígenes han aumentado considerablemente su prosperidad,
educación y modernidad, gracias al turismo y a la explotación de las minas de
cobre.

Como consecuencia hoy tienen mayor capacidad política y organización. Ello ha
llevado a la generación de un revuelta en toda la periferia del país.

Hoy el sector hispano está dividido. La Presidente Provisional Dina Boluarte pide
elecciones a la brevedad posible y la apertura de un diálogo con los rebeldes y un
sector importante de los congresistas se opone a ambas alternativas.

Esto deja a las fuerzas armadas como las encargas de reprimir las revueltas. Por
ello no hay que descartar una eventual Junta Militar.

Perú tiene una inestabilidad política crónica. Evo Morales, el líder boliviano, está
apoyando a los aborígenes peruanos, tal vez esperando repetir, lo llevado a cabo
por Andrés de Santa Cruz .Podría haber amenazas de división del Perú en el
futuro y con ello una represión militar.