La medida corresponde a una segunda línea de protección ante
escenarios adversos.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una Línea de Crédito
Flexible (LCF) para Chile por un monto de US$18.500 millones, según
informó el Banco Central.
Las gestiones con el FMI se iniciaron en julio ante el deterioro del
escenario externo y la mayor incertidumbre internacional. Esta línea
permite aumentar en un 40% la disponibilidad de liquidez internacional
del Banco Centra. El organismo señaló que la LCF es de carácter
precautorio y temporal: ” es otorgada a países que tienen políticas
macroeconómicos sólidas que dan cuenta de la resiliencia de la
economía y de la capacidad para responder a shocks externos”.
La suscripción de la LCF no está sujeta a ninguna condición por parte
del FMI y se puede acceder a ella mientras el país cumpla con los
criterios de calificación. Ella permitirá aumentar la disponibilidad
precautoria de liquidez internacional ante la posibilidad de eventos
externos adversos de gran magnitud entre los que se incluyen un
deterioro de las condiciones financieras internacionales, un deterioro
de los términos de intercambio o, en general, un escenario complicado
de la actividad global. La LCF corresponde en realidad a un seguro o
ante escenarios adversos de mayor impacto. Al monto de US$ 18.500
millones se puede sumar el acceso a la línea del Fondo

Latinoamericano de Reservas de US$ 1.250 millones y a los recursos
que podrían ser obtenidos de la línea swap vigente con el Banco
Popular de la República de China, de US$ 8.000 millones.
Los fondos podría llegar a los US$ 27.750 millones, lo que, sumado al
total de reservas internacionales, alcanza una cifra cercana a los US$
70.000 millones.
El FMI dio a conocer que el Directorio Ejecutivo del organismo aprobó
la solicitud del Banco Central de Chile, “tras recuperarse de forma
notable de las secuelas de la pandemia de covid-19, Chile se enfrenta
a un marcado aumento de los riesgos mundiales”.
Las autoridades del país, Banco Central y Ministerio de Hacienda, han
venido aplicando diversas políticas para mitigar riesgos, preservar la
estabilidad macroeconómica y respaldar a los grupos más vulnerables
de la población.