El ministro de Hacienda, Mario Marcel está preocupado por la crisis que está
afectando a la industria de la construcción. En crónicas anteriores El Cordillerano
ha informado sobre los aspectos más importantes de esta crisis, que afecta de
manera significativa a la mano de obra y un arco importante de pequeñas
industrias y profesionales que trabajan en el sector.

Marcel señaló a la prensa: “Es algo que se está estudiando y permitiría reducir el
stock de viviendas que están en el mercado y que tienen dificultad para ser
vendidas”. La actividad de la construcción lleva 26 meses a la baja, sigue
acumulando cifras negativas, y quiebras y liquidaciones judiciales.
La debilidad de la economía, y el alza de las tasas de interés de los créditos
hipotecarios se está traduciendo en la acumulación de cerca de 60 mil viviendas
sin venderse en todo el país.
La crisis del sector se puede apreciar al conocer datos importantes: El año pasado
quebraron 137 constructoras y 15 inmobiliarias, y ocho constructoras entraron a un
proceso de reorganización judicial para intentar salvarse de la quiebra.
Las autoridades de Gobierno se encuentran estudiando un paquete de medidas
para superar la crisis que presentará al parlamento en los próximos meses. Una
idea planteada por el ministro de Vivienda, Carlos Montes, sería la compra de
viviendas no vendidas por parte del Estado. Al respecto, Mario Marcel señaló que
se está analizando prorrogar la vigencia de permisos de edificación que vencen
este año y “la posibilidad de que el Estado compre departamentos que están
terminados y que estén alineados a los parámetros del subsidio habitacional para
ofrecerlos a familias que han recibido el subsidio”. Lo anterior, de ponerse en
práctica permitiría reducir el stock de viviendas que están en el mercado y que
tienen dificultad para ser vendidas”.