Por fin, y luego de diversas tratativas y ceder en su planteamiento primitivo,
el ejecutivo logró que se aprobara en la Comisión de Hacienda de la Cámara
Alta, la idea de legislar sobre el Proyecto de Ley de cumplimiento tributario.
El proyecto busca reducir la evasión, la elusión y la informalidad, con el
objeto de recaudar un 1,5% del PIB.
Para lograrlo, el Ministerio de Hacienda aceptó firmar un protocolo de
acuerdo según el cual se comprometía a no buscar un aumento a través de
una alza de los impuestos, en especial, el impuesto a la renta.
El acuerdo establece que “Dado los incrementos estimados en los ingresos
no tributarios, las metas de ahorro de gasto y los proyectos de ley en estudio
sobre sala cuna y subsidio eléctrico, la mayor recaudación proyectada en
este proyecto de ley permitiría cubrir las necesidades de financiamiento de
las medidas sociales establecidas en el Pacto Fiscal, sin requerir que otros
proyectos tributarios contengan un incremento neto de recaudación”.
Con este acuerdo – que se espera sea cumplido por oficialismo y oposición –
se descarta la idea de aumentar la recaudación con las medidas
contempladas en el proyecto de impuesto a la renta, que establecía como
meta recaudar un 0,6% del PIB.
El gobierno aceptó también modificar la las atribuciones del Director del
Servicio de Impuestos Internos, reforzar su carácter técnico y establecer la
independencia respecto de los gobiernos de turno.