Monseñor Fernando Chomalí Garib asumió el cargo de Arzobispo de Santiago, en una emotiva eucaristía de toma de posesión realizada en una Catedral Metropolitana, colmada de fieles.

Señaló en la oportunidad: “Estoy convencido de que quien no reza, no tiene nada que decirle al mundo. Pretendo, junto al presbiterio, ejercer un ministerio relevante y significativo, que solo será posible si está enraizado en la oración. Debemos ser una comunidad orante; de lo contrario, desapareceremos como iglesia. Podremos hacer buenas acciones o proveer servicios religiosos, pero no seremos una iglesia orante, el cuerpo de Cristo”.
El Cardenal Aós, arzobispo saliente, presentó a Monseñor Chomalí como el nuevo Arzobispo de Santiago ante representantes de la Arquidiócesis, quienes le dieron la bienvenida y lo acogieron como su nuevo pastor.
Monseñor Chomalí realizó su profesión de fe y juramentos de fidelidad, iniciando su procesión de entrada, bendiciendo y saludando a la asamblea.
El nuevo arzobispo mencionó que, entre los muchos regalos que recibió estos días, el que más le gustó fue una almohada para rezar de rodillas. Está convencido de que lo esencial de la Iglesia es ser una comunidad orante y pide a la Iglesia de Santiago permanecer unida en la oración.