Ser candidata presidencial de cerca de muchas ve colectividades políticas resulta
complicado. Es difícil dar el gusto todas y cada una de ellas. Es lo que está
sucediendo con la candidatura de Jeannette Jara, la candidata comunista a la
presidencia de la república.
Jara señaló esta semana, que no había postulado la idea de promover el aborto
libre en la campaña de primarias. Sin embargo, en el programa entregado al
SERVEL, aparecía esta propuesta en el punto 8 del texto programático. Luego la
candidata comunista rectificó sus dichos a través de sus redes sociales. Y en la
Radio Festival, de la Quinta Región, Jara aclaró que la decisión de excluir el tema
del aborto libre se debía a las diferencias que sobre el tema, existían con la
Democracia Cristiana que apoya su candidatura.
En días anteriores, la candidata comunista había tenido otra equivocación que
llamó mucho la atención. Había señalado, que en su propuesta de las primarías
no había planteado la nacionalización del cobre y el litio. Y resulta que este punto
si figuraba en su programa de primarias. Ese punto, le fue rebatido por el
candidato republicano José Antonio Kast y la candidata debió rectificar sus dichos
y reconocer, que este punto figuraba en su texto programático.
Estos errores y otros, como el tema del tercer retiro de fondos desde las AFP, han
debilitado el planteo programático de la candidata Jara, creando un desconcierto
entre sus adherentes y una baja en las encuestas que los dirigentes máximos de
los partidos que la apoyan, estiman peligroso. De acuerdo a la encuesta Cadem,
en la última semana, la candidata comunista tuvo una caída de 6 puntos
totalizando un apoyo de solo un 25% mientras que la candidatura de José Antonio
Kast, el líder republicano, marcó un 29% de las preferencias. Los episodios
anteriores, según casi todos los analistas, han constituido un verdadero torpedo en
la línea de la credibilidad de la candidata que había prometido al iniciar la
campaña, “decir solo la verdad”.








