Por Jorge Varela
La Democracia Cristiana chilena ha suscrito un pacto con las
colectividades gobernantes: Apruebo Dignidad (integrado por el
Partido Comunista y el Frente Amplio), más el Socialismo
Democrático (PS, PR), con miras a enfrentar juntos las elecciones
municipales de octubre, sin ser ella parte del oficialismo.

Lo que ganó la DC
Según el analista y experto electoral de la DC Víctor Maldonado, –
ex secretario general de esa colectividad-, la negociación consistió
en dirimir entre dos fórmulas. Una que decía: en las comunas donde
su alcalde este impedido de ir a la reelección, en todas esas
‘comunas habrá primarias’; fue la propuesta del Partido Socialista.
La segunda, defendida por la DC, consistía en ‘efectuar un número
soportable, limitado, básico de primarias’. Es lo que se acordó,
atendiendo al objetivo de resguardar las expectativas democristianas
y evitar su eventual colapso electoral.
El predicamento de Maldonado es que la DC no ganó en casos
particulares, ganó en la lógica. Esa lógica permitió sostener: “no
gané todo, no perdí todo. Estos socios me sirven. Porque en los
lugares donde vaya todo el resto me va a apoyar y juntos somos
competitivos”. Separados, la derecha podría arrasar.
Posible ingreso al gobierno de Boric
En el curso de las conversaciones, el secretario general del Partido
Socialista Camilo Escalona reiteró una opinión formulada hace
algún tiempo: “sería muy importante que la Democracia Cristiana
formara parte del gabinete”. Para Víctor Maldonado, esta idea de
Escalona “es una invitación política”,…“es acrecentar la cantidad de
cosas que compartimos, por supuesto, en la responsabilidad de
gobierno”. “Hemos demostrado que desde nuestra posición
podemos ser muy constructivos, incluso…más funcionales al
gobierno que varios sectores del propio gobierno. Tenemos un
historial de apoyo más nítido que algunos díscolos (del oficialismo),
entonces creo que no es un paso indispensable”. “En cambio, es
indispensable preparar el futuro”. (entrevista en “El Líbero”, 14 de
abril de 2024)
Maldonado se ha referido también a la relación de su partido con el
gobierno de Boric, precisando que “el gobierno ya está consolidado,
ha pasado la mitad de su periodo”….”Ya no puede dar ninguna
sorpresa, no puede hacer giros significativos, está ya en la recta
final”. Para él, “uno tiene dos alternativas: o se incorpora al final
de un gobierno para darle término o se prepara para la
construcción de uno nuevo”.
Preparar el futuro: la construcción de una mayoría
En su análisis, la DC “ha funcionado bastante bien con el
oficialismo no siendo parte del oficialismo, de tal manera que se
entiende que el gobierno, en el Parlamento, recibe bastante apoyo”.
“No se ve indispensable nuestra entrada al gobierno”,…”eso no
tendría mucho consenso interno”.
“Si hubiera una razón”,..:”si estuviéramos impelidos a entrar”,…”si
el afianzamiento de las relaciones con quienes queremos afianzar
(PS, PPD, PR) por algún motivo significara una necesidad de entrar
al gobierno, eso se podría estudiar, pero no es por la entrada misma,
sino por el futuro”.
Desde el enfoque democristiano, la construcción de una mayoría
para un nuevo gobierno sí tiene sentido: “puede definir desde el
principio el rumbo, el acompañante, la cercanía, las prioridades”.
Primaria presidencial de centroizquierda
“La proposición de Alberto Undurraga (presidente de la DC) es
coincidir con el Socialismo Democrático en una primaria que se
diferencie de una primaria PC-Frente Amplio, es decir, que se
defina un programa muy claro con justicia social y equidad, pero
que incluya crecimiento y seguridad también”. En la elección
anterior el rumbo estratégico-programático lo definió el Frente
Amplio y su candidato presidencial Gabriel Boric fue el ganador.
“Lo que nosotros queremos es que el próximo gobierno sea uno de
centroizquierda progresista y que no tenga que girar hacia la
moderación porque partirá por el ancho camino del medio”.
(entrevista citada, “El Líbero”)
En busca de una figura proyectable
“La derecha tiene una figura presidencial y le falta su perfecto
complemento. Evelyn Matthei es una dirigente sólida, una líder
sólida, con experiencia, confiable. No es carismática, no es
aglutinante”. Enseguida agrega, con Evelyn Matthei pareciera que
está resuelto el tema presidencial, pero los partidos de dicho sector
deben resolver el tema del entorno.
“En la centroizquierda tenemos el entorno que acabamos de
construir, pero nos falta la figura. La pregunta no es si tenemos una
figura proyectada, sino si tenemos una figura proyectable,…que
tenga habilidades para conducir y que el equipo que tenemos le
reconozca la capacidad de crecer para dirigirnos a todos”.
O sea, está faltando lo principal: la figura aglutinadora y
convocante. Mientras la DC continúe arrastrando sus carencias
profundas, -cada vez más difíciles de suplir-, y constate cada noche
que al pasar la lista le faltan militantes y apoyos, su posibilidad de
amanecer no será la misma de ayer.