El sector inmobiliario, que abarca a empresas inmobiliarias, constructoras, contratistas, profesionales de la construcción, corredores de propiedades y otros sectores de la llamada industria madre, vive una crisis gravísima que por el momento pareciera no tener salida. Alfredo Echeverría, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), señaló que la situación actual, podría catalogarse de crisis. Señaló: “Esta es una de las crisis más grandes que hemos vivido en el sector y depende de la economía, probablemente una de las más grandes de los últimos 30 años”. Señaló el alto dirigente gremial que la crisis se caracteriza “en primer lugar, por el lado viviendas, tanto pública como privada. Tenemos un déficit, país total, del orden de un millón cien mil viviendas. Ese es un déficit que para poder superarlo habría que estar construyendo del orden de 150 mil viviendas al año”.

“Los niveles en que estamos hoy día son muchísimos más bajos que eso. En los años 2010, 2018, 2019, llegamos a construir del orden de 120 mil viviendas al año, que no era una mala cifra, pero ahora estamos muy bajo eso”. Agregó el dirigente que “Hoy el mercado de la vivienda privada está prácticamente paralizado. Hay 105 mil viviendas en stock sin vender, y por eso mismo no están partiendo proyectos, entonces la crisis ahí es muy profunda”. Esas viviendas, corresponden a casas o departamentos terminados y listos para ser entregados, pero que no tienen compradores. Esto es:la demanda no se está encontrando con la oferta.
Las razones de la crisis inmobiliaria se encuentran en las bajas remuneraciones de las personas y el alza de las tasas de interés, causado por el retiro de fondos de las AFP que tuvo un impacto mayor y que elevó las tasas de interés, por el menor tamaño del mercado de capitales y finalmente por razones de política interna: no hay seguridad para las inversiones. Alfredo Echavarría afirmó que hay situaciones como la negociación ramal que va en una línea contraria porque frena la inversión. Finalmente señaló: “Desde Chile salieron, después de octubre del 2019 hasta la fecha, 20.000 millones de dólares de inversiones, incluso mayoritariamente chilenas, que se fueron del país a invertir en otros lados más atractivos. Hay capitales chilenos construyendo en Miami, Italia y España, porque las condiciones son mejores”.