Diversos analistas financieros, han venido señalando que invertir un cierto capital,
en la compra de un departamento para destinarlo al arrendamiento, es una muy
buena inversión comparada con la adquisición de otros medios financieros, como
depósitos a plazo o la compra de dólares o acciones.
Un departamento arrendado produce una renta que va desde UF + 5% a un UF
+8%. Aspecto que ya es muy bueno. Sin embargo, a lo anterior debe agregarse un
factor propio de la inversión inmobiliaria: la plusvalía.
¿Qué es la plusvalía? En el rubro inmobiliario, se puede decir, que es el resultado
de una diferencia entre el precio de compra de una propiedad y el precio de venta
de ella, luego de transcurridos algunos años. Es decir, es el incremento del valor
de la propiedad a través del paso del tiempo.
Según diversos analistas, la plusvalía lograda por la compra de un departamento
ha sido de 14% en los últimos 5 años. Resultado buenísimo se considera que
nuestro país ha pasado en esos años por diversas crisis económicas.
Demos un ejemplo para establecer un escenario: Si la compra de un
departamento se realiza con un crédito hipotecario al 80%, pagado que sea este,
el propietario pasa a ser dueño del 100% del inmueble, multiplicando su inversión
por cinco.
Quien compra un departamento para rentarlo, paga el dividendo con la renta de
arrendamiento que percibe mes a mes. Es decir, es el arrendatario quien le paga
su dividendo. Señalemos que la inversión en otro tipo de instrumentos de inversión
requiere tener el 100% del capital. Algunos analistas, han señalado que con la
compra de un departamento pequeño de baja superficie se obtiene una mayor
rentabilidad por metro cuadrado.
Finalmente señalemos que el inversor inmobiliario debe analizar diversos aspectos
cuando decide comprar un departamento. La ubicación, su conectividad, la
implementación urbana, la cercanía con el comercio, el nivel de seguridad del
barrio y otros aspectos de similar importancia.