Después de haber conseguido llegar a La Moneda, el Frente
Amplio solo ha conocido de derrotas y episodios ingratos. Su
camino al poder fue construido sobre la base de duros e
injustificados ataques a los gobiernos de la ex Concertación a
quienes atribuyó todos los males de la política y les
represento haber hecho una mala gestión de gobierno.

El Frente Amplio llegó al gobierno, pero su inexperiencia
política y la falta de equipos de profesionales de calidad, les
hizo cometer errores que descapitalizaron su capital electoral.
Las desprolijidades y las malas decisiones políticas
abundaron. Haberse involucrado en un apoyo a la propuesta
de nueva constitución a todas luces la payasada más grande
que se ha conocido hasta la fecha, hizo que su capital
electoral – según todas las encuestas – se fuera esfumando
hasta llegar al 25 o 30 % actual. Fue la primera gran derrota
del gobierno de Boric.
La negativa gestión de gobierno hizo necesario que Boric
incorporara al gobierno a gente de experiencia en los
ministerios más importantes. Ello lo consiguió al incorporar a
políticos experimentados del PPD y del Partido Socialista en
los ministerios del Interior, Relaciones exteriores y
SEGPRES. Fue la segunda gran derrota del Frente Amplio
que vio reducida su influencia en el gobierno.
En el nuevo proceso Constitucional el gobierno de Boric no se
involucró como en la oportunidad anterior. Si debieron
involucrarse en ese proceso, los partidos de gobierno. El
resultado de la elección de Consejeros Constitucionales,
constituyó un desastre mayúsculo para las fuerzas de
gobierno. Solo consiguió 16 elegidos. Esta es la tercera gran
derrota del Frente Amplio en un periodo de menos de 2 años
de gobierno.
Quedan tres años de gobierno. Y una amplia gama de
problemas por solucionar: Crisis migratoria, reforma tributaria,
crisis de las Isapres, delincuencia desatada, terrorismo en la
Araucanía, problemas en el área de la educación y la
salud…etc…etc. Será capaz el gobierno de enfrentar esos
problemas y darles solución. Es su gran desafío. De cómo lo
resuelvan depende la suerte del Frente Amplio.