Por Renato Ahumada C
Director El Cordillerano
Bolivia y en especial su gente, en las elecciones presidenciales recién realizadas,
dieron término a veinte años de gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS)
que constituye la primera debacle del socialismo del siglo XXI. Los bolivianos,
mayoritariamente votaron por candidatos de derecha y centroderecha, dejando a
la izquierda, dividida, totalmente descolocada en el panorama electoral y fuera de
la segunda vuelta electoral que se celebrará el próximo día 19 de octubre.
En la elección presidencial, no pudo participar como candidato Evo Morales, por
decisión de la Corte Constitucional por haber sido reelegido en dos
oportunidades. Morales llamó a votar nulo, obteniendo esta opción un poco más
del 16 % de la votación. Evo Morales, líder de una fracción del MAS,
Movimiento al socialismo tiene una orden de captura por un caso de trata de
personas votó protegido por sus partidarios que impidieron el accionar de la
policía.
Triunfó en la primera vuelta electoral Rodrigo Paz Pereira, hijo del expresidente
Jaime Paz Zamora, nacido en el exilio, que fue postulado por el Partido
Demócrata Cristiano de Bolivia. Paz realizó una campaña inclusiva y lejos de las
redes sociales. Realizó una intensa campaña barrio por barrio. Paz deberá
enfrentar en la segunda vuelta electoral al expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, un
político boliviano amigo de Sebastián Piñera con el cual compartía el ideario de
la derecha liberal. Quiroga prometió un nuevo amanecer para Bolivia, tras la
“larga noche de dos décadas” del socialismo del siglo XXI.
El resultado electoral, donde las tres primeras mayorías eran de candidatos de
derecha y centroderecha marcó una debacle política para la izquierda boliviana,
que gobernó el país durante veinte años, sumiendo al país en una grave crisis
económica caracterizada por el crecimiento de la inflación, la escasez de divisas,
un creciente endeudamiento interno, la reducción de las reservas internacionales
y el agotamiento de los ahorros fiscales acumulados durante la bonanza del gas.
Los dos candidatos que pasan ahora a segunda vuelta han señalado que
fomentarán la inversión privada para lograr el crecimiento, promoverán empleo
de calidad y diversificarán la economía.








