El mar de Aral es un mar interior, situado en Asia Central, entre Kazajistán, al norte, y Uzbekistán, al sur. Si bien es denominado “mar”, Kazajistán y Uzbekistán son considerados Estados sin litoral.

Antiguamente, era uno de los cuatro lagos más grandes del mundo, con una superficie de 68 000 km². En la actualidad, el mar de Aral se ha reducido a menos del 10 % de su tamaño original, hecho que se ha calificado como uno de los mayores desastres medioambientales ocurridos en la historia reciente, semejante al del lago Chad en el centro de África.

Barco varado en la arena

Los trasvases de agua realizados por la Unión Soviética en los años 1960, de los ríos Amu Daria y Sir Daria que en él confluyen, el lago se redujo de manera drástica. Se pretendía desviar agua para regar cultivos, principalmente de algodón, en Uzbekistán y Kazajistán. Después de la caída de la URSS, la falta de entendimiento debida al enfrentamiento entre los países que antes formaban parte de la desaparecida Unión Soviética, ha impedido que se detuviese esta reducción constante; pues Kazajistán y Uzbekistán, que se reparten lo que queda del mar de Aral, están enfrentadas con Kirguistán y Tayikistán, repúblicas por donde fluyen los ríos que alimentaban el otrora gran mar interior. Además, como resultado de pruebas armamentísticas, proyectos industriales y vertidos de residuos de fertilizantes durante todo el siglo XX, el mar tiene un alto índice de contaminación.
Hoy en día el mar de Aral se ha dividido en dos; el mar de Aral Norte, que está creciendo gracias a la construcción de una presa, y el mar de Aral Sur, que debido al abandono de las autoridades puede que termine secándose totalmente en los próximos años.
En el mar de Aral Norte en 2008, el nivel del agua había aumentado 12 m (39 pies) por encima del de 20032, a 42 m (138 pies). A partir de 2013, la salinidad disminuyó y los peces volvieron a estar presentes en cantidades suficientes para que parte de la pesca fuera viable.