Por SumUp

El Banco Mundial ha emitido un informe que destaca la preocupante brecha de género a nivel global, y aunque Chile supera el promedio mundial y de la región con una puntuación de 77,5, aún queda rezagado frente a las economías más desarrolladas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que obtienen una puntuación de 84,9. El estudio subraya que las mujeres se enfrentan a una brecha aún más amplia de lo que se pensaba anteriormente en el ámbito laboral.

El informe también destaca la necesidad urgente de reformar las leyes y promulgar políticas públicas que empoderen a las mujeres para trabajar, iniciar negocios y hacerlos prosperar. Es esencial acelerar estos esfuerzos para cerrar la brecha de género y aprovechar todo el potencial económico que las mujeres pueden aportar. Aumentar la participación económica de las mujeres no solo es justo, sino que también es crucial para amplificar sus voces y tomar decisiones que las afecten directamente. En última instancia, los países no pueden permitirse ignorar el talento y la contribución de la mitad de su población.

Experiencias de emprendedoras chilenas

Según Ana Díaz Ángel, fundadora de la tienda de ropa Blossom Girl y usuaria del ecosistema de pagos SumUp, tener un emprendimiento no solo le ha brindado la oportunidad de generar ingresos adicionales, sino que también le ha entregado un sentido de libertad y autonomía. “Como mujer independiente, puedo tomar decisiones empresariales que reflejan mis valores y aspiraciones, lo cual es fundamental para mi crecimiento personal y profesional”, aclara.

Además, expresa: “El empoderamiento femenino es esencial para construir un mundo más equitativo y justo. Creo firmemente en la importancia de traspasar estas ideas a las futuras generaciones, para que las mujeres puedan reconocer su propio valor y potencial desde una edad temprana. A través de mi emprendimiento, espero inspirar a otras mujeres a perseguir sus sueños y a desafiar las limitaciones impuestas por la sociedad. Al empoderar a las mujeres, estamos construyendo un futuro más brillante y prometedor para todos”.

Respecto al acceso a bancarizarse como empresaria, Ana Díaz dice no haberse sentido discriminada por el hecho de ser mujer, pero sí ha enfrentado dificultades en el acceso a recursos y a la percepción que tiene el resto de que una mujer no puede dirigir un negocio.

En esto coincide otra usuaria de SumUp, Rosa Arriagada, fundadora de Guay, quienes se dedican a la elaboración de croquetas españolas, quien indica que por el hecho de ser mujer se ha enfrentado a la falta de acceso al crédito por parte de instituciones bancarias. “También al intentar acceder a programas estatales, los cuales están mayormente dirigidos hacia startups digitales, descuidando el apoyo a negocios artesanales como el nuestro. Además, la ausencia de apoyo legal para reducir la presión fiscal también ha sido una barrera significativa. Estos desafíos evidencian la persistente brecha de género en el ámbito empresarial, que requiere acciones concretas para promover la igualdad de oportunidades”.