Ha muerto de manera trágica Sebastián Piñera Echeñique,
expresidente de la República de Chile. Su fallecimiento inesperado
lo sorprendió al mando de su helicóptero en la localidad sureña de
Lago Ranco, (aguas tormentosas o arroyo de las apuestas, en lengua
mapuche), el pasado martes 6 de febrero. Siempre destacó por ser un
apasionado de la aventura y un personaje dispuesto a asumir los
riesgos que ello implica.
“Hay que tomar lo bueno de él”, dijo una persona humilde que se
acercó al lugar del siniestro al ser entrevistado por medios de
comunicación. Es lo que intentaremos en este artículo, procurando
respetar el principio de objetividad analítica, pues como todos los
humanos estuvo rodeado de una aureola de luces y un ámbito de
sombras.
Su paso por la historia
Es muy difícil resumir en esta columna lo que fue su existencia y su
actividad política, una tarea que deberá expuesta con mayor
profundidad en el futuro cercano.
El 27 de febrero de 2020 “El Montonero” acogió un artículo crítico
de mi autoría sobre personalidad: “Escaneando a Piñera”. Era un
momento complejo para el país, para la suerte del sistema
democrático y para su mandato. Hace 4 años me pareció que “había
carecido de entereza para surcar el océano bravío de las
inclemencias sociales”,….”desprovisto de visión en momentos
trágicos de caos y convulsión social”. Recuérdese que el Partido
Comunista y sus aliados quisieron derrocarlo en octubre de 2019. La
intención es no tirar basura a su imagen suficientemente mancillada;
otros miserables ya lo hicieron en exceso mientras vivió. Nunca le
reconocieron su aporte a la restauración democrática del país, ni los
mejores logros de sus dos gobiernos.
Después de
Ahora que sus adversarios agradecen su entrega valiosa al servicio
de la nación, nos encontramos con esta noticia infausta y lamentable
que no puede dejarnos indiferentes, si se considera los efectos que
su ausencia tendrá en el curso de la vida pública del país. Su tránsito
a otra dimensión ha abierto las puertas del retorno competitivo a
Evelyn Matthei, virtual candidata de la derecha soft, (Chile Vamos y
Evópoli), aunque su postulación no impedirá que en primera vuelta
la derecha republicana insista con José Antonio Kast, aprovechando
su opción de pasar a las finales. También para el oficialismo y la
izquierda palaciega se ha despejado la pista con este fallecimiento y
el retiro del expresidente concertacionista (Ricardo Lagos). En la
posición de partida se divisa a dos conocidas mujeres socialistas: la
expresidenta Michelle Bachelet y la ministra del Interior Carolina
Tohá.
Donde se percibe abismo y confusión es en el centro político, tanto
amarillos como el denominado centro democrático no atinan a
trabajar acuerdos que faciliten el diseño de un mapa que les indique
rutas de acceso expedito y seguro a las sedes de representación y
decisión popular. Es como ese compendio de ilusiones sin destino
concreto.
El ser de Piñera
Algunos decían y dicen que: “era un demócrata cristiano en sueño”,
pero éste es un juicio engañoso. En la antigua Falange Nacional,
madre de la alicaída Democracia Cristiana, las carreras políticas
hacia el estrellato duraban al menos 30 años y él sabía que allí no
tenía mucho espacio de maniobra para llegar a lo que sería su meta
principal. Además, era insomne, acelerado y trabajólico.
Fue sin duda un hombre con poder y vitalidad; de esos que los seres
buscan en etapas de inseguridad y angustia. Dotado de abundante
talento intelectual y de cuantiosos recursos financieros se convirtió
en diestro gestor, con capacidad para superar adversidades de la
naturaleza y sanitarias, (terremoto, derrumbe minero en Atacama,
pandemia), haciéndole frente a las amenazas de la muerte
implacable, la que esta vez terminó por vencerlo solo a él, eligiendo
el minuto artero para acabar con su fuerza e inteligencia todavía
plena y vigente.
En su última entrevista dijo reiteradamente que: ”Chile no va a salir
de este pantano de mediocridad y estancamiento en que nos
encontramos”,….. “sin optimismo, sin voluntad, sin decisión, sin
compromiso, sin pasión”.(*) ¿Hubo algo premonitorio en la
utilización de vocablos como: ‘pantano’, ‘estancamiento’?
Su habilidad y tenacidad lo llevaron hacia lo alto: a alcanzar la
cúspide; su temperamento impetuoso, su excesiva confianza en sí
mismo, su obsesión y porfía por competir y no ser vencido lo
precipitaron al fondo de las aguas. Es que ni todo el poder del
mundo puede con la muerte.