Ahora que vienen las nuevas elecciones de constituyentes, surge nuevamente la pregunta de cómo
debería ser una Nueva Constitución. Chile ha tenido, a lo largo de su historia, cuatro constituciones y numerosas
reformas. La trayectoria constitucional chilena es, en definitiva, una de las más antiguas de América, e incluso,
del mundo y mantiene ciertas constantes. Son pocos los que lo saben, y lo valoran en su justa dimensión.

La ciudadanía chilena, acostumbrado a sus libertades, evito la constitución anti democrática de la convención
constituyente anterior. Dicho eso, es posible que una nueva Constitución mejore a las anteriores, si es que se
revisan algunas de las disposiciones que han sido efectivamente superadas por los hechos. Quizás, una de
las que menos se discute, y que es una norma que viene desde 1833, es la doble condición del Régimen unitario, y
el sistema presidencial fuerte. Conceptos que parecían bien entonces, cuando la sociedad chilena era más
pequeña, mucho menos compleja, y solo una minoría pequeña, sabía leer y escribir. Sin embargo, pienso que
ambos conceptos le quedan chicos a la sociedad chilena actual. Sería apropiado revisar la utilidad de estos
conceptos tradicionales, al menos por tres razones:

1.- Es una fórmula que no distribuye el poder
apropiadamente. Lo concentra en las manos de un
ejecutivo remoto, para las necesidades regionales.

2.-Además, lo deja cautivo por un periodo fijo de cuatro
años. El Poder sobre el Estado debe ser flexible y poder
ser cuestionado cuando las cosas no se dan, o cuando los
votantes pierden confianza. Una situación que se
presenta con dramatismo en las circunstancias actuales.

3.-El Estado centralizado es un mal administrador de los
problemas regulares, que se tienen que abordar en una
sociedad moderna. Discutiremos algunos casos, en
futuras columnas.

Cuatro constituciones después, y a 190 años del genio pragmático de Portales, debe ser revisado, en su
aplicación actual. Chile está en una situación muy diferente a la de 1833. Lo que está en juego, no es poco.
Los tres puntos mencionados, se discutirán en futuras columnas.