La alianza electoral suscrita por la Democracia Cristiana con el oficialismo, que involucra por ende un
pacto con el Partido Comunista, constituye en la práctica una maniobra desesperada de la actual
dirigencia falangista por mantener algo de la cuota de poder que aún tiene a nivel de las municipalidades del
país.

El Partido Comunista ha sido objeto de diversas
críticas de todos los sectores por haber apoyado la
espuria elección presidencial en Venezuela. Este
hecho ha confirmado que el PC es un ferviente
partidario de la dictadura que en dicho país, ha
instaurado Nicolás Maduro.
La alianza de la DC con el comunismo ha ocasionado
en los últimos meses, las renuncias de la abogado y ex
comisionada Paz Anastasiadis; del actual Gobernador
Claudio Orrego, del jurista Jorge Correa Sutil, ex
integrante del Tribunal Constitucional y ahora la de
Carolina Laitao, alcaldesa de Peñalolén. Estas
renuncias constituyen un golpe que difícilmente la DC
podrá asimilar en las próximas elecciones municipales
y de gobernadores.
Hay que recordar que ya habían renunciado al partido
de Alameda 1460, la diputada Joanna Pérez, el
diputado Jorge Saffirio, el diputado Miguel Ángel
Calisto, el ex senador Ignacio Walker; el ex
convencional y ex presidente DC Fuad Chahín; la
senadora Ximena Rincón; el senador Matías Walker, el
ex ministro René Cortázar; el ex ministro Edmundo
Hermosilla; el ex subsecretario Jaime Arellano; Hugo
Lavados, actual Rector de la universidad San
Sebastián; buena parte del Departamento de
Profesionales y técnicos y más del 70% de los
integrantes de la Comisión Internacional del partido.
Y antes se habían producidas las renuncias
emblemáticas de la ex ministra de Educación Mariana
Aylwin, hija del ex Presidente Patricio Aylwin; de
Soledad Alvear, ex Canciller y de Gutenberg Martínez,
ex presidente de la DC.
Muchos de los renunciados militan hoy en los partidos
Amarillos por Chile y Demócratas, partidos que según
diversos analistas deberían converger – para llenar un
inexplicable vacío existente – en la creación de un gran
partido de centro.