El influyente semanario inglés señala que la Constitución actual “no es perfecta”
pero al menos “es modelo de claridad” y “funciona”.

En cambio, señala The Economist, el texto del borrador que la ciudadanía deberá votar el 4 de septiembre próximo es “Absurdamente largo”, “fiscalmente irresponsable y excesivamente progresista”. La publicación señala que “los votantes deberían rechazar el nuevo borrador de constitución de Chile”. Recuerda a continuación el estallido social y la serie de demandas en materia de pensiones y salud, señalan que esa situación llevó a muchos a culpar “de los males de Chile a la Constitución del 80”. Agrega que “En lugar de desechar la vieja constitución, los chilenos deberían desechar la nueva (…) Este enfoque puede resultar poco inspirador para quienes salieron a las calles en 2019 y 2020. Pero a largo plazo es mucho más probable que haga que Chile sea próspero y gobernable”
The Economist señala que el borrador de nueva Constitución “es absurdamente largo, con 488 artículos. El semanario señala que “en general, el borrador es un lío confuso”. Incluso, menciona que está lleno de “lenguaje impreciso”, como que “la naturaleza tendría derechos”, o que se menciona “39 veces” la palabra “género”, y que las sentencias judiciales, la policía y el sistema nacional de salud tendrán que operar con “perspectiva de género, lo que no se define”. Crecimiento económico: “El documento es mucho menos favorable a las empresas o al crecimiento que la Constitución actual”, señala el semanario inglés. Entre otras cosas, “dice que todo el mundo tiene “derecho al trabajo” y que se “prohíbe toda forma de precariedad laboral”. Según The Economist, eso “podría dificultar el despido”. También menciona uno de los temas que generó en el país un extenso debate por el “precio justo” en las expropiaciones. “La compensación por las tierras expropiadas no sería a precio de mercado, sino a lo que el Congreso considere ‘justo'”. El proyecto, dice el semanario “crea un portafolio de derechos socioeconómicos que podría disparar el presupuesto”, y frente al sistema político, critica que “los controles legales de frenos y contrapesos del gobierno se diluirán”. “Deberían rechazarlo” En suma, el medio con sede en el Reino Unido recalca que “la antigua constitución chilena no era perfecta. De hecho, ha sido modificada casi 60 veces. Pero comparada con la que se propone sustituir, es un modelo de claridad.