En Venezuela hay un régimen autoritario que cada día
que pasa se asemeja más a una brutal dictadura.
Todos los organismos del Estado están dominados por
personeros del gobierno. No existe allí, la clásica
división de los tres poderes del Estado según el cual,
el Poder Legislativo hace la ley, el Poder Ejecutivo
cumple la Ley y el Poder Judicial vela por el
cumplimiento de la Ley.

En Venezuela todo el poder lo ejerce Nicolás Maduro a
través de sus más cercanos partidarios. No existe en
Venezuela prensa libre. Casi todos los medios, radios,
canales de TV y diarios son manejados por el
gobierno. En este escenario se realizó la elección
presidencial.
En las elecciones recién realizadas el dictador
socialista Nicolás Maduro, fue declarado ganador en
unas fraudulentas elecciones presidenciales por la
autoridad electoral del país. Con el 80 por ciento de
los centros de votación escrutados, la autoridad
electoral, que depende directamente de Maduro,
declaró que éste había recibido el 51,2 por ciento de
los votos, mientras que su competidor más cercano,
Edmundo González, de la oposición, había recibido
solo el 44,2 por ciento. Hay que destacar, que
empresas encuestadoras antiguas e independientes,
otorgaban al candidato opositor una cómoda ventaja
sobre el candidato gobiernista.
La elección se efectuó sin cumplir con los estándares
mínimos que los países civilizados exigen para validar
las elecciones.
Maduro, que dirige un movimiento de inspiración
socialista iniciará un tercer período de gobierno.
Maduro y su movimiento político prometió inicialmente
sacar a millones de personas de la pobreza. Sin
embargo, Venezuela que es el país con más reservas
de petróleo del mundo, vive hoy una crisis económica
de proporciones que ha obligado a ocho millones de
venezolanos a buscar un mejor destino en otros países
de América.
La votación estuvo plagada de irregularidades, y los
ciudadanos protestaban airadamente contra las
acciones del gobierno en los centros de votación.
El resultado electoral fue inmediatamente cuestionado
por la oposición y por varios gobiernos de la región.
María Corina Machado, la lideresa venezolana que
impulso la candidatura de Edmundo González, un ex
diplomático, calificó de “imposible” el resultado, pues
las papeletas recogidas en los centros de votación por
sus agentes electorales daban cuenta de una amplia
mayoría en favor de González. En Venezuela hay dos
tipos de recuento de votos: un conteo digital que recibe
el organismo electoral del país y un recuento en papel
que imprime cada máquina de votación en los centros
de votación. El recuento en papel suele ser la forma en
que los ciudadanos pueden verificar que el conteo
digital es correcto.
Antony Blinken, Secretario de Estado de EE. UU., en
declaró en Tokio, dijo que su gobierno tenía “serias
preocupaciones de que el resultado anunciado no
refleje la voluntad ni los votos del pueblo venezolano”.
En un discurso televisado, Maduro calificó su victoria
de “triunfo de la paz y estabilidad” y “de la idea de la
igualdad”. Negó las acusaciones de fraude electoral.